La contabilidad de agua: el siguiente reto en la planificación hidrológica de España

El dinero es como el agua: si tratas de agarrarlo, se te aleja; si abres las manos, se te acerca. ~ Buddha

La contabilidad del agua es uno de los siguientes pasos que deberán implementarse en los planes de gestión de los recursos hídricos en España. Promovida por organismos internacionales y la Comisión Europea, pretende ser una herramienta clave para la planificación hidrológica. Igual que en la contabilidad nacional, las cuentas del agua proveen de información precisa sobre cómo se intercambia el agua entre el medio ambiente y el sistema económico (extracciones y retornos), cómo se distribuye entre los diferentes componentes del medio natural (lagos, ríos, acuíferos, mares y océanos), y cómo se asigna entre los diferentes tipos de actividades industriales o domésticas.

Como respuesta al aumento de consumo de agua y la competencia entre usos y usuarios, la Organización de las Naciones Unidas pusieron en marcha una metodología estándar de Contabilidad Económica y Ambiental (SCAE, “Sistema de Contabilidad Ambiental-Económica”) en la que se establecen criterios normalizados de contabilidad nacional (conceptos, definiciones, clasificaciones y reglas) que permiten la comparación a nivel internacional de las estadísticas medioambientales y su relación con la economía. Bajo el marco del SCAE, se confeccionó un “sistema satélite” específico para el agua, el SCAE-Agua [pdf], cuya última revisión fue aprobada en 2012.

Los primeros trabajos de contabilidad ambiental del agua a nivel europeo fueron liderados en 2001 por la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA, 2013). Paralelamente, el Statistical Programme Committee de la UE, creó en 2003 un grupo de trabajo para el desarrollo de la estrategia europea de contabilidad ambiental. A partir de estos trabajos, los países miembros han comenzado a recopilar información ambiental que complementa a aquellos datos macroeconómicos de los sistemas de contabilidad nacional (SCN). La implementación de las cuentas del agua no es aún obligatoria a nivel europeo. Sin embargo, y a instancias del grupo de trabajo de contabilidad del agua del Eurostat, los institutos estadísticos de varios países, entre ellos España, han empezado a implementar las “cuentas satélites del agua” con el objeto de optimizar el uso del agua y disminuir las presiones que la actividad económica ejerce sobre los sistemas hídricos continentales.

Desde su inicio, los trabajos de la AEMA han estado enfocados a la adaptación e integración del SCAE-Agua de la ONU a la realidad y las dependencias interregionales existentes en el ámbito europeo, especialmente en lo concerniente a la cuantificación de los balances físicos del agua, las variaciones temporales de los activos hídricos (ej. aguas subterráneas vs aguas superficiales vs. agua edáfica) y las transferencias entre los diferentes elementos del medio (ej. lagos, ríos, embalses, acuíferos). Algunas de las consideraciones más destacables elevadas por la AEMA hacen referencia a la necesidad de incluir cambios relativos a:

  • Resolución espacial: En lugar de establecer las cuentas del agua a nivel de país, la AEMA propone establecerlos a nivel de las demarcaciones y cuencas hidrológicas definidas en el marco de la Directiva Marco del Agua 2000/60/CE y los planes hidrológicos de cuenca.
  • Resolución temporal: En lugar de establecer las cuentas de agua sobre una base anual, la AEMA sugiere elaborar las cuentas del agua a escala mensual con el fin de captar las tendencias estacionales de las presiones de la actividad económica sobre el medio hídrico.

El principal desafío en la contabilidad del agua está relacionado con la recopilación de los datos que son necesarios para realizar los cálculos. Se trata de un ejercicio muy exigente en tiempo y recursos y que, en general, pone de relieve la falta de datos o la existencia de importantes errores cualitativos que anteriormente pasaban desapercibidos. En ocasiones es recomendable recurrir a información satelital, técnicas de teledetección y trabajos de modelización hidrológica para rellenar las lagunas de información y contrastar los resultados. A este respecto, es destacable la iniciativa puesta en marcha recientemente apoyada por la FAO y el International Water Management Insitute (IWMI) que ha establecido las cuentas del agua en varias cuencas del mundo a partir de datos de satélite y bases de datos de libre acceso.

Actualmente hay varios proyectos piloto en España auspiciados por la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea, que tienen como objetivo el evaluar las fortalezas y debilidades relacionadas con la implementación del SCAE-Agua y poder identificar los aspectos metodológicos y operacionales que requieren ser mejorados, especialmente en aquellas regiones del Levante español susceptibles de sufrir largos periodos con escasez de agua. Los proyectos que actualmente se están llevando a cabo son:

  • ASSET, en la Cuenca del Segura.
  • DURERO, en la Cuenca del Duero.
  • GuaSEEAW+, en la cuenca del Guadiana.
  • PROTAGUS , en la cuenca del Tajo.
  • SYWAG , en la cuenca del Guadalquivir.
  • WAMCD , en las cuencas mediterráneas andaluzas.

Se puede concluir que existen sistemas de cuentas del agua que abordan la contabilidad desde ámbitos muy diferentes. Es de destacarse, que el sistema SCAE-Agua ofrece un marco de normalización único y compatible con las cuentas nacionales, pero cuya implementación en la Unión Europea requiere de su adaptación a los instrumentos de planificación impuestos por la Directiva Marco del Agua. La Comisión Europea con ayuda de la Agencia Europea del Medio Ambiente y actores locales están definiendo las bases metodológicas y operativas para lograr la integración entre las políticas de desarrollo económico y las de conservación de nuestro patrimonio hídrico.

Este artículo de FutureWater apareció el 16/4/2014 en iagua.es.